jueves, 11 de noviembre de 2010

Do I need to wake up?

-Yo lo daría todo por vivir en un sueño.

-Y si es una pesadilla?


-Aún así. La realidad es la peor pesadilla de todas.


...

-La vida es hermosa hasta que aprendes a hablar.

-La vida es hermosa hasta que aprendes a amar.



jueves, 7 de octubre de 2010

The kill.

No podía ni imaginar lo que se siente.
Tuvo que ser una canción quien me lo dijese.
Ahora lo veo todo con otros ojos...



¿Te crees que no duele?
Yo también siento...
Aunque creas que no,
yo también sufro.
Si ves en mi una sonrisa,
estará hecha de lágrimas.
Si piensas que vivo felizmente,
estás equivocado.
Yo también sufro,
comparto tu sufrimiento.
Es cierto, dejé de amar,
pero jamás dejé de querer.
Te seguiré cediendo mi mano,
aunque esté bañada en sangre,
porque yo nunca me fui de tu lado.
Te seguiré apoyando en todo,
porque nunca te abandoné del todo,
y aún me sigues importando.
Toma mi mano, levantate, y traza un nuevo camino,
no pienses que el viejo ya se ha acabado.
Levantate y sigue tu destino,
siempre me tendrás a tu lado.
Porque comparto tu dolor y siento,
que aún puedes seguir avanzando
Porque entiendo tu dolor y pienso,
que aún no estás acabado.
Hazme daño ami si quieres,
es lo que merezco.
Yo causé tu dolor,
yo empecé todo esto.
Ódiame si eso te ayuda,
no sientas pena por mi.
No quiero verte sufriendo,
no quiero causarte más dolor.
¡Vuelve!
Vuelve al mundo, al de antes,
al de los viejos tiempos.
¡Vuelve!
Te dejaste miles de amigos en él,
y te están pidiendo a gritos, que vuelvas a su lado.
¡Vuelve!
Y no sigas sufriendo.
Aún te queda mucho por descubrir.
Hay un tiempo para el dolor,
hay un tiempo para sufrir,
pero todo ese tiempo se acaba,
a llegado el momento de volver a vivir.

domingo, 19 de septiembre de 2010

La chica de los ojos encharcados

Es cierto; no la conocía, ni la había visto antes hasta esa noche.
No sabía su nombre, su edad ni su procedencia.
No sabía que pensaba, que quería, que le pasaba.
Ni siquiera sabía si era real.
Lo único que sabía es que sufría; que había estado llorando.Sus ojos rojos y llorosos lo decían todo.
Cabizbaja, clavaba su mirada en el suelo mientras hacía grandes esfuerzos para tragarse las lágrimas que le quedaban.
Es cierto, no la conocía de nada, pero su triste rostro me rompía el corazón.
Le podría haber dado un abrazo, un consejo, o incluso un hombro sobre el que llorar,
pero ella tampoco sabía nada de mi.
El caso es no podía irme de allí sin haber hecho nada antes.

...

Pasan las paradas, y ambas seguimos allí.
Se aproximaba la mía, y ella seguía echada en su asiento, con la mirada baja.
Me situé frente a ella, abrí un paquete de pañuelos que llevaba en la mochila, y extendí mi brazo hacia ella ofreciéndole uno.
Cuando ella se percató de mi acción, alzó su mirada hasta que sus rojos ojos se encontraron con los mios, y con una pequeña sonrisa de agradecimiento y un hilo de voz, me dijo: -Gracias-, y yo, con mi mejor mirada y mi más reconfortante sonrisa, le devolví la palabra.

Quizás tansolo fuera una desconocida más, quizás no la volviera a ver en mi vida, pero doy por seguro de que nunca me olvidaré de ella.




Y espero que ella tampoco se olvide de mi.

domingo, 22 de agosto de 2010

Perfección.

Y la quería.
La quería más de lo que quería a otra persona, pero la quería por quererla; por ser como era.
Amaba sus perfectas curvas, sus sensuales contoneos, y el rojo carmín que dibujaba sus labios cada noche.
No la quería por ser única; la quería por ser perfecta. Por sus claros ojos únicos, por sus perfectos pechos, incluso por sus sonrojadas mejillas.
Porque cuando pasaba por su lado, contoneando sutilmente sus caderas y ondulando sus cabellos con el viento, lo embriagaba todo con su olor, y captaba todas las mirandas consiguiendo que se posaran sobre ella.

Y... ¿saben? Yo también le quería a él.
Le quería más de lo que mi corazón podía querer.
Pero aunque le diera mi vida para demostrarlo, no me podría querer la mitad de lo que la quería a ella.

Porque ella, señores; ella era perfecta.











Y yo; no.



No vemos más allá de lo que nuestros ojos ven.
Nos quedamos en la corteza;
ignoramos la verdadera esencia.

jueves, 29 de julio de 2010

Frühling in Paris

Prometí que no volvería a llorar,
pero esta noche mi almohada está empapada,
y mis párpados; agotados.

No quería volver a pegar mi cara contra el colchón
y romper en el llanto como todas las noches.
Tan solo me tumbé, me puse los auriculares, y,
sin hacer gesto ninguno,
las lágrimas atravesaron mis mejillas,
formando ríos que acabarían desbordando en un mismo mar.

Mi llanto se sincronizó con la música,
hasta estallar todas mis lágrimas en una última nota final.


La primavera se desangró en París.

viernes, 4 de junio de 2010

Mar de sueños.

Pienso. Pienso en todo, y a su vez en nada. Pienso en no pensar nada. Pienso en miles de cosas y ninguna a la vez. Pienso en cosas que no tiene sentido, pero que juntas, forman uno solo. Pasan miles de pensamientos por mi mente, como si fueran mariposas de colores que danzan entre si para acabar convirtiéndose en una sola; en un único color. Puedo imaginar un mundo perfecto, puedo llenarlo de bondad, paz, respeto... Puedo pintarlo del color que quiera. Puedo imaginar formas inimaginables, o alternar el orden de las palabras y darles un nuevo significado. Puedo darle un nuevo sentido a la vida y quitárselo a la muerte. Podría respirar tormentas y estornudar arcoiris, resumir cientos de lágrimas en una sonrisa, moldear el planeta como quisiera; hacerlo liso y darle la razón a cuantos se la quitaron. Podría crear un mundo justo, donde el dinero de los altos cargos fuera a caer a los bolsillos de los trabajadores, donde las palabras pobreza y opresión no existen, y que por bandera tansolo tubieramos la de la libertad. Podría soñar que el amor es infinito, la amistad irrompible y el mundo perfecto.
Podría soñar tanto como quisiera, porque soñar, amigos mios, soñar es gratis.

miércoles, 14 de abril de 2010

Te cegó tanto el amor que ya no ves más allá.

Te ensordaron sus latidos.
Y ya no oyes ni a tus amigos.





Y es que, lo que a unos les causa felicidad,
a otros se la puede arrebatar.

domingo, 4 de abril de 2010

Hoy me he despertado con ganas de acabar el día

Las nubes de tormenta tapan los rayos de felicidad que te alumbraban.
Solo oyes gritos a tu alrededor y las sábanas son tu refugio.
Las lágrimas cubren por completo tus ojos; hoy a tu alrededor solo ves pesimismo.
Te rindes, y caes ante la cama. Hoy no sueñas; vives en una pesadilla.
Te hablan y saltas enseguida, no tienes fuerzas ni para ti misma.

Hoy te has quedado en casa. La luz del sol no ha sido más que un mero recuerdo para ti durante este día.
Odio, tristeza, rabia; han sido hoy tu única compañía.

.......

Despiertas; es un nuevo día.
El sol aparece como cada mañana, y se muestra radiante sobre el infinito azul del cielo.
Te levantas, te miras, y eres otra; distinta a la de ayer.

Hoy es un nuevo día, totalmente distinto.
Lo de ayer no es más que pasado, y como bien sabes, también será futuro.



Solo fue un mal día,

o eso se cree

domingo, 28 de marzo de 2010

¿Que es esta sensación,
que sin teniendo corazón,
sienta yo sus latidos?

Que me duele al pensar,
que te pierdo de verdad,
o que nunca te he tenido

Que se aceleran sus latidos,
como si se me fuera a salir del pecho,
y eso solo con pensar,
todo lo que por mi has hecho.

Que al perder la razón,
gané un corazón,
que a otro está unido.


En lo que yo nunca creía,
hoy me devolvió la alegría,
mostrándome que existes tú.

Y es que tanta devoción,
me enloqueció el corazón.

Y si tú te lo propusieras,
yo moriría de amor.


sábado, 20 de marzo de 2010

Arde

Ardía con fuerza el fuego sobre nuestras cabezas, arrasando con todo aquello con lo que se encontraba, mientras abrasaba nuestros rostros con su calor.
-No mires arriba
Dijiste oprimiendo mi rostro con fuerza contra tu pecho mientras envolvias mi cuerpo con tus brazos.
Y sentí que no solo era aquello lo que ardía; también había un fuego en mi interior, una llama imposible de apagar, encendida en mi corazón.


martes, 23 de febrero de 2010

The end.

La besó.
La beso mil veces; en la cara, en el cuello, en la mano....
Ahora lo único que quedaba de ella era un cuerpo inerte, pálido e inchado. Su dulce mirada había perdido el poder enigmático que poseía y su pelo ya no desprendía ese olor a rosas que le caracterizaba.
Unas gotas salpicaron su triste rostro. ¿Llovía? No, eran las lágrimas del hombre que siempre la había amado.
Sostenía su mano y agitaba su cuerpo continua y delicadamente.

-¡Resiste! Se que puedes hacerlo. Por ti, por mi...

Con una venda envuelta en la mano, presionaba la herida de su pecho, lleno de sangre.
Se encontraban solos, tumbados sobre las frías calles iluminadas por el resplandor de la luna.

-Se está enfriando...-Dijo con un hilo de voz.

Rápidamente, se quitó su abrigo y con él la envolvió, acurrucándola entre sus brazos.
Sabía que su destino estaba marcado, pero aún así no desistió. Él nunca se había rendido por nada, su corazón estaba repleto de esperanza.
Posó sus manos sobre su pecho. El corazón de ella había dejado de latir.
Beso su frente, cerró sus ojos, y tapó su rostro con el abrigo con el que la había envuelto.
Y, arrodillado sobre el asfalto, con el puño apuntando al cielo y los ojos medio llorosos, gritó con voz vengativa:

-Oh, destino cruel, que te aprovechas de la gente. ¿Por que te la llevas a ella, siendo un ser tan inocente? Y si esta es tu venganza, por alguno de mis pecados, arrebátame la vida ami, que soy el que los ha causado, pero apiádate de ella, y déjala marchar, pues no es más que un ser que jamás tuvo maldad.

Las nubes que le rodeaban de pronto se ennegrecieron y empezó a llover con fuerza, pero él continuó allí; inmóvil. No tenía ningún motivo para irse, pues todas sus ganas de vivir se acababan de marchar esa misma noche; junto a ella.

jueves, 21 de enero de 2010

Discusión.

Gritó; y su voz fría y aguda se clavó en mis tímpanos cual si fueran agujas.
Aún recuerdo su mirada de odio, sus horribles palabras que jamás pensé que llegarían a salir de esos viejos labios marcados por el paso del tiempo. También recuerdo como, sin mirar hacia atrás ni vacilar un solo momento, corrí escaleras arriba, me encerré en mi habitación, y hundí mi cara contra la almohada antes de que mis lágrimas empezaran a brotar; antes de que alguien pudiera verlas. Y ahí pasé la noche; llorando y gritando de dolor, de rabia, hasta que mis parpados se dieron por vencidos y cayeron haciéndome adentrar en un profundo sueño.
Desperté envuelta en sudor y con los ojos apenas abiertos mientras los rayos de sol entraban con fuerza por mi ventana inundándolo todo de luz. La cabeza me pesaba y mis ojos seguían rojos e hinchados, puesto que pasé la noche llorando hasta quedarme sin fuerzas ni lágrimas. Me quedé un rato tumbada en la cama, y mientras observaba ensimismada el techo, empecé a pensar en la discusión que había tenido lugar la noche anterior. Me llevé las manos a la cara para apartarme el cabello; aún temblaban recordando sus gritos.
Continué echada sobre la cama hasta que reuní las fuerzas suficientes para levantarme y enfrentarme a ella cara a cara.
Bajé lentamente las escaleras, con toda precaución posible y vacilando en cada paso. Los escalones se habían acabado, llegaba la hora de la verdad. Me dispuse a entrar en el salón para dar los buenos días, pero allí no encontré a nadie. Rebusqué por todos los rincones de mi casa y no encontré ni un alma, grité y tan solo me respondió mi eco.
No entendía nada, todos habían… desaparecido.
Me senté en el sofá, apoyé mi cabeza cuidadosamente contra el respaldo y medité sobre la situación. Desde ahí, fui observando cada rincón de mi casa, hasta que mis ojos fueron a parar a una pequeña hoja de papel con unas letras impresas en ella, tirada junto a una de las patas de la mesa.
-Se habrá volado cuando he abierto repentinamente la puerta- pensé.
Me agaché lentamente, agarré la hoja de papel arrugándola en mi mano, volví a recostarme cómodamente sobre el sofá y leí lo que ponía:

Hemos salido, estaremos fuera todo el día. Tu comida está en el microondas. Un beso. Te quiere: tu madre.

Guardé silencio durante unos instantes; no acababa de comprender lo que ponía.
¿Y los gritos de anoche? ¿Y su mirada enfurecida? ¿Y todas las palabras que me gritó?; ¿Acaso se había olvidado ya de todo aquello?
Miré mi reloj: eran casi las 3 de la tarde y mis tripas empezaban a reclamar alimento. Calenté mi comida, puse la mesa para mi sola y empecé a comer en silencio mientras pensaba:
-Quizás olvidar y hacer como si no hubiese pasado nada sea lo mejor.
Y a pesar de cree que todo se solucionaría, ambas sabíamos que se volvería a repetir.

Nunca aprenderemos la lección.

lunes, 18 de enero de 2010

Your don't cry for me

Lloro, grito, y mi llanto se lo traga el viento.
Huí; huí de todo y todos, ahora ya nadie me encontrará, nadie volverá a pronunciar mi nombre, porque he desaparecido para siempre.
Me fui sin avisar, por no preocupar a nadie. ¡No lloréis por mi! Nadie a de llorar por mi, yo decidí mi destino, y es este; fundirme con la oscuridad de mi corazón.
Hoy mis penas son las únicas que me acompañarán en la fría noche, no quiero más compañía que mi agonía, mi viejo corazón y una inmensa soledad.
No lloréis por mi; esto es lo mejor para todos. Vosotros seguiréis viviendo vuestras vida, yo seguiré desperdiciando la mía, envuelta en agonía, sin volveros a preocupar.
No penséis en mi, ¡no!, no vale la pena, ahora solo me tenéis que olvidar.
Soy el culpable de vuestros problemas, pero este será el último que os cree, porque no me vereis más.
Abrí una pequeña caja de madera, y desenfundé mi vieja pistola. No pensé que llegaría el momento de usarla, pero este es el final.
Las lágrimas encharcan mis ojos, mi corazón realentiza sus latidos; mi dedo aprieta el gatillo.
Los labios me saben a pólvora, el corazón me dejó de latir, y con esto acaba mi historia. Siento haberos causado tantos problemas.
Ya solo recordad que os quiero, y que siempre os llevaré en el corazón, aunque este haya dejado de sentir.
Pero, por favor; no lloréis por mi.


http://www.youtube.com/watch?v=zRIbf6JqkNc