domingo, 19 de septiembre de 2010

La chica de los ojos encharcados

Es cierto; no la conocía, ni la había visto antes hasta esa noche.
No sabía su nombre, su edad ni su procedencia.
No sabía que pensaba, que quería, que le pasaba.
Ni siquiera sabía si era real.
Lo único que sabía es que sufría; que había estado llorando.Sus ojos rojos y llorosos lo decían todo.
Cabizbaja, clavaba su mirada en el suelo mientras hacía grandes esfuerzos para tragarse las lágrimas que le quedaban.
Es cierto, no la conocía de nada, pero su triste rostro me rompía el corazón.
Le podría haber dado un abrazo, un consejo, o incluso un hombro sobre el que llorar,
pero ella tampoco sabía nada de mi.
El caso es no podía irme de allí sin haber hecho nada antes.

...

Pasan las paradas, y ambas seguimos allí.
Se aproximaba la mía, y ella seguía echada en su asiento, con la mirada baja.
Me situé frente a ella, abrí un paquete de pañuelos que llevaba en la mochila, y extendí mi brazo hacia ella ofreciéndole uno.
Cuando ella se percató de mi acción, alzó su mirada hasta que sus rojos ojos se encontraron con los mios, y con una pequeña sonrisa de agradecimiento y un hilo de voz, me dijo: -Gracias-, y yo, con mi mejor mirada y mi más reconfortante sonrisa, le devolví la palabra.

Quizás tansolo fuera una desconocida más, quizás no la volviera a ver en mi vida, pero doy por seguro de que nunca me olvidaré de ella.




Y espero que ella tampoco se olvide de mi.