Dicen que el amor a primera vista no existe, que es algo superficial y absurdo. Yo pensaba de la misma forma hasta que te conocí.
La primera vez que te vi, nuestras miradas se cruzaron. Mi cara se iluminó de felicidad, y tú te acercaste a mí con una sonrisa.
Al poco tiempo de conocerte, yo ya confiaba en ti como para decirte: ‘te quiero’; mientras tú me respondías con un tierno beso en la mejilla.
A pesar de no saber casi nada de ti, tú lo sabías todo de mí.
Sabias escucharme, y yo no tenia miedo de contarte mis secretos, ya que sabía que tú, a diferencia de la mayoría de la gente, no me juzgarías.
Eras alguien muy importante en mi vida.
Me ayudabas cuando el mundo se me venía encima, me soportabas en todo momento, y lo más importante, conocías mis defectos y mis virtudes y aún así me querías.
No sé que haría sin ti.
Será verdad eso que dicen de que es infinito el amor de un perro.
Microrrelato- Elisabet Alcantara
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