Hacia varias semanas que no te veia, y llevaba unos cuantos dias sin hablar contigo. Este tiempo sin saber de ti no había hecho mas que preocuparme, por ti, por mi, por esto, esto que no tiene ni nombre. Decidimos complicarnos la vida mutuamente prometiendonos amor sincero y infinito, pero nunca lo habia parecido, tansolo conseguiamos que cada dia que pasaba perdiera la razon pensando que no te tenía al lado.
Nada era ya como al principio. Todo esto se estaba desgastando con el tiempo; el afecto, el cariños, esas dulces palabras que estaba acostumbrada a oir de tus tiernos labios, se estaban evaporando. Mi corazon encojia con cada desaparicion de amor que se mostraba.
Mis ultimos dias los habia pasado pensando en el porque de esto, en ti, en que no consigo dejar de echarte de menos, y a la vez, no entiendo porque, intentar hacerme a la idea de que puede que no te volviera a ver nunca mas. Toda mi vida habia odiado las despedidas, y a la que mas le temia era a esta. Un huracan de ideas removia mi cabeza. ¿Te quiero?, ¿te olvido?, ¿te extraño?... Mis sentimientos no se encontraban ordenados. Lo unico que me hacia dejar de calentarme la cabeza por eso era pensar que hoy te iba a ver.
Faltaban unas horas para que llegaras. No sabia que sentir en ese momento; ¿nervios?, ¿temor?, ¿alegria?...
Ya todo habia cambiado entre los dos. No estaba segura de si esto tendria una solucion, tansolo tenia claro que, con verle una vez mas, sabria si mi adiccion hacia él seguía en pie.
Al fin llegó, y en menos de un minuto mis pensamientos se ordenador.
Eres mi peor droga, y he vuelto a recaer.
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